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La colaboración en la Cadena de Suministros permite que dos o más empresas compartan la tarea de planificar, gestionar, ejecutar y evaluar la información sobre el desempeño de dicha cadena, para obtener una ventaja competitiva.
Las empresas pueden beneficiarse de las relaciones de colaboración al compartir riesgos, obtener acceso a recursos complementarios, reducir los costos de transacción y aumentar la eficiencia. Además de mejorar su desempeño financiero y su ventaja competitiva con el tiempo.
La colaboración en la Cadena de Suministros tiene como objetivo aprovechar el conocimiento de las empresas individuales. También, integrar el flujo de productos e información para brindar ventajas colectivas a todas las empresas colaboradoras de la misma.
De hecho, la falta de colaboración puede tener efectos negativos significativos en el desempeño de cada etapa de la Cadena de Suministros.
Trabajar aisladamente de otras organizaciones colaboradoras para pronosticar la demanda y planificar el suministro puede crear distorsiones y reducir el desempeño general de la Cadena de Suministros.
Además, los posibles esfuerzos de coordinación para integrar la oferta y la demanda tienden a volverse más difíciles entre las diferentes etapas de la Cadena de Suministros.
El término “Colaboración en la Cadena de Suministro” se describe como una filosofía empresarial que permite que dos o más empresas alcancen capacidad de absorción.
En otras palabras, es un proceso de negocio en el que las relaciones se ocupan principalmente del mantenimiento de las conexiones. Esto incluye el beneficio mutuo, el riesgo y la recompensa compartida, así como la gestión del poder y la dependencia.
También, es vista como un proceso de negocios a través del cual las empresas involucradas trabajan juntas de manera responsable para lograr objetivos comunes.
Otra definición es que se trata de una forma cercana de relación que posibilita la planificación y ejecución de las operaciones de la Cadena de Suministros. Lo anterior con el fin de que cada socio pueda compartir equitativamente las ganancias, pérdidas y resultados de la colaboración.
Por su parte, la coordinación dentro de la Cadena de Suministros va más allá de simplemente cooperar para comunicar e intercambiar información entre miembros, o para alinear las acciones de los miembros independientes con los objetivos de la Cadena de Suministros.
Implica la armonización o sincronización de operaciones corporativas que deben trabajar juntas hacia un objetivo y propósito común.
A su vez, la coordinación se alcanza cuando se utiliza la tecnología de la información (TI) para facilitar el intercambio de datos críticos entre las partes y para facilitar un proceso interactivo y conjunto de toma de decisiones. En ese proceso de toma de decisiones, distintas entidades influyen cooperativamente en las acciones de otras para maximizar el valor para el cliente.
Es un tipo de interacción en la Cadena de Suministros que se basa en objetivos compartidos, confianza mutua, riesgos y beneficios. Se compone de dos o más entidades que cooperan, comparten recursos y persiguen objetivos comunes para establecer una conexión comercial a largo plazo.
Entonces, a diferencia de la coordinación, la colaboración trasciende el intercambio de información y recursos a lo largo de toda la Cadena de Suministros.
Esta se encamina hacia el esfuerzo de equipo y la toma de decisiones y operaciones conjuntas para beneficios mutuos. Es más intensa que la coordinación en términos cooperación, ya que, generalmente, abarca todas las características de la coordinación.
Así, en una jerarquía de diferentes niveles de integración, la colaboración se considera la de más alto nivel organizacional.
De hecho, las relaciones de colaboración tienen la mayor integración y se caracterizan por acciones conjuntas, toma de decisiones e intercambio de información hacia alianzas estratégicas más allá de la logística integral.
Por eso, dentro de la Cadena de Suministros, la colaboración garantiza una visibilidad compartida con socios, lo que facilita la detección y resolución de problemas en tiempo real.
Este objetivo se logra integrando departamentos internos y coordinando con socios externos para garantizar que todas las áreas de la Cadena de Suministros, como el procesamiento de órdenes de compra, la previsión, la planificación de capacidad y la gestión de calidad, funcionen sin problemas.
Los procesos y actividades de las organizaciones en la Cadena de Suministros se incorporan dentro de relaciones de colaboración para establecer un sistema único de propiedad conjunta con objetivos comunes.
La colaboración, en este sentido, implica compartir la responsabilidad de intercambiar medidas de gestión de la Cadena de Suministros con otros socios, para dar la impresión de que es una sola entidad.
Las colaboraciones con proveedores y clientes externos es la única forma de unificar la Cadena de Suministros.
En muchos casos, las Cadenas de Suministros comprenden una combinación de empresas de suministro, fabricantes contratados, proveedores de distribución y logística, y otros socios comerciales con diferentes departamentos. Todos ellos operan con diversos sistemas, medidas y prioridades para mejorar el desempeño.
Sin colaboración, las empresas propietarias de las etapas de la Cadena de Suministros se concentran, en gran medida, en sus planes específicos para garantizar la maximización de las ganancias internas. Lo anterior, genera acciones que a menudo reducen las ganancias totales de la Cadena de Suministros.
Cuando hay una falta de colaboración dentro de la Cadena de Suministros, la información sobre la oferta y la demanda que se mueve entre etapas se retrasa y distorsiona. Esto ocurre a medida que cada empresa toma sus propias decisiones para maximizar los objetivos de ganancias internas sin recurrir a las metas de la Cadena de Suministros de todo el sistema.
El resultado de esto es la ineficiencia de la Cadena de Suministros provocada por el efecto látigo, que hace que las variaciones de pedidos crezcan a medida que avanzan en la Cadena de Suministros.
La capacidad de una empresa para integrar sus operaciones y gestionar una red compleja de relaciones con proveedores, clientes y otros socios colaboradores es crucial para su éxito.
Las organizaciones obtienen beneficios significativos en forma de mejor eficiencia y eficacia al practicar la colaboración en su Cadena de Suministros en lugar de trabajar de forma independiente sin otras entidades.
Entre ellos, costos más bajos, menos inventario, tiempos de ciclo cortos, más capacidad de respuesta y el menor error en los pronósticos.
Los beneficios de la colaboración en la Cadena de Suministros han provocado que las organizaciones adopten estrategias conjuntas para mejorar el desempeño de su Cadena de Suministros.
Igualmente, simplifica la cooperación de sus miembros y actúa como un importante impulsor estratégico que afecta positivamente el desempeño de la empresa.
Por otro lado, permite a las empresas compartir ganancias y pérdidas, aprovechar los recursos de sus socios externos, reducir los costos de transacción, y aumentar la productividad y las ganancias.
Se prevé que una colaboración exitosa no solo fortalecerá el desempeño de una empresa compradora, sino también reducirá los costos de transacción.
Por tanto, el objetivo final de la colaboración en la Cadena de Suministros es mejorar la ventaja competitiva de la empresa/organización y el desempeño de todos los miembros.
Todo esto al permitir que las entidades realicen inversiones específicas de sus relaciones, compartan información patentada y participen en actividades de valor agregado que reduzcan los costos de transacción.
Las relaciones interdependientes fomentadas a través de alianzas estratégicas y colaboración generan una ventaja colaborativa, definida como ventajas estratégicas conjuntas o colectivas, obtenidas sobre los competidores en el mercado a través de asociaciones en la Cadena de Suministros.
Una fuerte colaboración entre los socios de la Cadena de Suministros contribuye a sostener la ventaja competitiva de una empresa.
La colaboración es importante para gestionar los riesgos y reducir las incertidumbres que ocurren dentro de la cadena.
Asimismo, aumenta su resiliencia y reduce la gravedad de las interrupciones causadas por sucesos disruptivos como retrasos en los envíos, pandemias, desastres naturales, etc.
Por medio de la colaboración, las entidades pueden coordinarse en la cadena compleja, más allá y entre los límites organizacionales, de modo que sea posible aplicar esfuerzos concertados para diseñar estrategias de mitigación contra las perturbaciones ocurridas.
La colaboración aumenta la sensibilidad de la Cadena de Suministros a la hora de detectar amenazas potenciales y mejora sus capacidades de recuperación.
Incluso, cuando ocurren interrupciones, una colaboración interactiva y efectiva potencia la resiliencia de la red de suministro al aumentar la agilidad y la capacidad de respuesta de la Cadena de Suministros para manejar y recuperarse de eventos disruptivos.
La planificación colaborativa y la asignación de recursos, así como la previsión y el reabastecimiento coordinados, son estrategias fundamentales para mejorar la flexibilidad de la Cadena de Suministros y reducir el impacto de las interrupciones.
Al compartir información de manera efectiva, la colaboración garantiza que todas las partes se coordinen para optimizar los procesos y resolver los problemas de la manera más eficiente y oportuna.
Esto resulta en mejores procesos de cumplimiento de pedidos en términos de costo, calidad, velocidad y flexibilidad.
La colaboración en la Cadena de Suministros ha ido más allá de las cuestiones de producción interna y control de proveedores para incluir una variedad más amplia de partes interesadas, así como un espectro más amplio de desafíos ambientales y sociales que afectan la cadena de valor.
Sin duda, la colaboración puede ayudar a desarrollar conocimientos, tanto tácitos como explícitos, para mejorar las ventajas competitivas de la Cadena de Suministros y los resultados de sostenibilidad.
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