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El aumento de las exportaciones en Colombia ha generado múltiples impactos en los puertos marítimos. Entre ellos destacan el aumento de la creación de empleo en las regiones portuarias y el desarrollo económico de estas. Sin embargo, también se presentan efectos negativos, como la congestión en los puertos y la contaminación ambiental
La economía colombiana se ha caracterizado, durante la mayor parte de su historia, por un alto grado de dependencia de los productos primarios, tanto para la producción como para la generación de divisas.
Esto ha sido causa tanto de rezagos en algunas áreas de la economía como de un escaso desarrollo en otras. El aumento en los precios de las materias primas, como el carbón metalúrgico, el café, los aceites vegetales, el maíz y el trigo, ha impulsado las exportaciones.
A medida que crecen, surge la necesidad de revisar la capacidad operativa de los puertos para atender esta mayor demanda y de estudiar los impactos de la expansión en el comercio exterior sobre la actividad portuaria y las regiones donde se ubican estos puertos.
La estructura portuaria optimiza la recepción y salida de mercancías para atender las necesidades de importación y exportación a nivel nacional, teniendo en cuenta el volumen de cada producto.
Actualmente, las terminales portuarias concentran la mayor parte del comercio exterior del país, siendo especialmente relevantes las operaciones de carga para el desarrollo económico, social y cultural.
El transporte portuario hace posible el envío de grandes volúmenes de productos con costos mínimos. La infraestructura portuaria debe adecuarse para mantener la competitividad y garantizar plenamente el acceso al comercio exterior, ya que el aumento constante en el volumen de carga eficaz puede generar congestionamientos que afectan negativamente tanto la economía interna como externa.
El crecimiento de las exportaciones en Colombia es motivo de preocupación para las autoridades portuarias, responsables de organizar la carga para evitar retrasos, congestiones y pérdidas económicas.
Actualmente, el sector más dinámico dentro del comercio exterior nacional es el sector exportador. El manejo de la actividad portuaria y la infraestructura de los principales puertos en procesos de evolución orientados hacia un mejoramiento constante, junto con la estructura tecnológica que maneja los procesos, reflejan claramente la relación entre las exportaciones y la parte portuaria
La actividad de los puertos implica la creación de empleo y el desarrollo en la región donde están localizados, por lo que una inversión positiva en infraestructura portuaria impacta favorablemente en el crecimiento económico y social.
Es crucial señalar la diferencia en el uso de los puertos para flujos de entrada y salida: a menudo, los puertos de exportación se especializan en la salida de productos con características específicas (como graneles sólidos o contenedores refrigerados), mientras que los puertos de importación se centran en la recepción de bienes de consumo o materias primas para la industria nacional. Entender esta especialización es clave para analizar la capacidad operativa real requerida por el boom exportador.
El aumento de las exportaciones reales de Colombia constituye un factor importante para el crecimiento del producto interno bruto nacional. Este hecho motiva un análisis exhaustivo de los puertos colombianos y las principales infraestructuras de conexión de un país con el resto del mundo.
De forma directa, estos puertos, donde el comercio exterior de Colombia se concentra en un porcentaje elevado por su infraestructura, tecnología y capacidad, permiten que se reduzcan los costos de las operaciones a entrada o salida del país.
De ahí la importancia deprestar atención a la gestión, control de la capacidad y procesos operacionales que impliquen dicho crecimiento.
Los datos publicados por el DANE confirman esta tendencia: durante los primeros ocho meses del presente año, el volumen exportado creció un 12,8 % respecto al mismo período del año anterior.
El desarrollo de la dinámica exportadora está beneficiando a otros sectores, generando empleo en las regiones involucradas. Sin embargo, esta situación no ha estado exenta de problemas; la saturación y la congestión operativa de la infraestructura portuaria reflejan la necesidad de nuevas inversiones en dichas instalaciones, tanto para cubrir la demanda actual como el crecimiento del comercio exterior.
>Asimismo, el aumento del tránsito por el Canal de Panamá provoca un incremento significativo de la contaminación y el impacto ecológico que estas unidades portuarias generan en las zonas adyacentes, dando pie a la toma de medidas y regulaciones en esta dirección.
Datos del Departamento Nacional de Estadística y Comercio Exterior (DANE) señalan que en el último año se han visto beneficiados 13 sectores diferentes, con un crecimiento mayor al 10 %. Este crecimiento ha respondido a la diversificación de destinos, con envíos a 39 nuevos mercados ubicados en Asia, Europa, América y Medio Oriente.
Dentro de esta dinámica, el incremento en operaciones comerciales con el Oriente muestra tasas superiores al 20 %, destacándose sectores como las flores (24,6 %), el banano y plátano (46,1 %) y el azúcar (31,2 %).
Si bien el comercio exterior se concentra en los puertos, es vital matizar que no todos los productos de exportación de crecimiento significativo utilizan predominantemente la vía marítima. Por ejemplo, productos de alto valor y perecederos como las flores (mencionado con un crecimiento del 24, 6%) se exportan en sugran mayoría (cerca del 90 %) por vía aérea para garantizar su frescura y rápida entrega en mercados internacionales.
Esta distinción es importante para dimensionar con precisión qué porción del crecimiento de las exportaciones está realmente impactando la infraestructura portuaria marítima.
Durante los últimos tres años, de acuerdo con fuentes del Sector Transporte y la Superintendencia de Puertos y Transporte, las exportaciones colombianas registraron un repunte que se tradujo en mayores ingresos para el comercio exterior del país. Entre 2015 y 2017, la información recuperada para Colombia indica que los LC y LP movieron en 2017 un total de 17.6 millones de toneladas, con un crecimiento del 10,5 % con respecto al 2016 y una variación del 30,3 % en relación con el 2015. El aumento en el movimiento de exportaciones también favoreció las actividades portuarias.
Comparativamente, los volúmenes movilizados por los principales puertos marítimos y fluviales de Brasil y Chile, durante el periodo 2015-2017, permiten comprobar que algunas de las variables consideradas para Colombia se comportan a la baja o en estancamiento.
Las cifras relativas al movimiento de carga en los principales puertos de Colombia se mostraron de forma similar a los casos comparativos. No obstante, durante el 2015-2017 el número de contenedores movidos en las terminales portuarias colombianas experimentó una tendencia significativa al alza.
Seis grupos en conjunto aportaron más de tres cuartas partes de las ventas externas nacionales durante los tres primeros meses del 2013. El sector agrícola registró una muy dinámica actividad, con incrementos muy importantes en productos relacionados con la alimentación en distintos mercados. También crecieron de modo considerable las ventas en el sector de los otros productos minerales, en particular, el coque de petróleo y los concentrados de níquel.
Adicionalmente, las exportaciones orientadas a la industria manufacturera, como las prendas de vestir de fibras sintéticas y los tejidos de algodón, tuvieron aumentos importantes. El informe El aumento de las exportaciones y sus efectos económicos y sociales en los principales puertos de Colombia muestra que, durante los últimos años, la dinámica del comercio exterior favoreció el crecimiento de las exportaciones.
Varias de las relaciones comerciales del país con otras regiones también apoyaron una subida en este indicador. En este sentido, el director del DANE mencionó que hubo mayor apertura internacional y un largo periodo de bonanza de los precios de las materias primas, de tal forma que Colombia pudo aprovechar esas condiciones nacionales y externas para preparar un mejor ambiente exportador.
Todos esos efectos propiciaron que durante la primera década de la actual centuria las ventas externas del país crecieran de forma sostenida. En concreto, el valor anual de las exportaciones colombianas se multiplicó, pasando de los 19.800 millones de dólares de 2002 a un nivel cercano a los 68.000 millones en 2012.
La tendencia creciente de las exportaciones hacia países de Norteamérica, Centroamérica, Caribe y Suramérica genera congestión en los puertos colombianos. Esta congestión se manifiesta en tiempos de espera para el despacho de mercancías y en la ocupación del espacio de carga en los puertos.
Estos factores reducen la competitividad del comercio exterior realizado en Colombia. En consecuencia, el aumento en las exportaciones requiere de inversiones en infraestructura y en equipos para los puertos, con el fin de incrementar su capacidad operativa y de despacho.
Estas inversiones también incluyen la contratación de más personal para optimizar el manejo de la demanda. De esta forma, el comercio exterior mediante los puertos puede seguir creciendo y contribuyendo a la generación de empleo en las regiones portuarias.
Si bien los puertos son centros de generación de empleo, es fundamental precisar que la mano de obra asociada al crecimiento de las exportaciones no se limita a las terminales marítimas.
Gran parte del aumento en la fuerza laboral se concentra en las zonas industriales y de producción donde se manufacturan, cultivan o procesan los artículos exportados. Por ende, el impacto laboral es más amplio, extendiéndose a las regiones de origen de la producción, como las áreas floricultoras para el caso de las flores, o las zonas agroindustriales para el banano y el azúcar.
El movimiento de administración y operación portuaria genera contaminación en el aire de las ciudades portuarias y zonas cercanas a ellas. Esa contaminación se debe a la cantidad de emisiones atmosféricas derivadas de las actividades de movilización y despacho de mercancías de los puertos.
Como consecuencia, las autoridades ambientales tienen que establecer normas que regulen el nivel de emisiones atmosféricas generadas por los procesos logísticos. Estos planes específicos buscan garantizar el desarrollo sostenible de las ciudades portuarias y su zona de influencia.
Durante las últimas décadas, las exportaciones colombianas han seguido una trayectoria ascendente, impulsadas por las políticas públicas y las condiciones internas y externas que favorecen la salida de productos nacionales al mundo.
La relevancia del crecimiento exportador se refleja en las cifras conseguidas durante el último año, que se destacan como siendo la más alta de las últimas dos décadas. Este fenómeno constituye un indicativo del buen desempeño de la economía y pone de manifiesto la importancia del sector externo en la ocupación de la fuerza laboral del país.
Al vincular el aumento de las exportaciones con la actividad portuaria del país, se ofrece una perspectiva integral del tema, teniendo en cuenta que aproximadamente el 60 % de las exportaciones y alrededor del 90 % del comercio internacional del país se canalizan por esta vía.
La concentración de los destinos de la carga se verifica en los puertos de Santa Marta y Barranquilla en la zona norte y en los de Buenaventura y Cartagena en la zona oeste del país.
La expansión en la operación de mercancías ha fomentado la creación de empleo y ha dinamizado las economías de las áreas cercanas a estos puertos, además de impulsar el empleo en las zonas industriales y productivas tierra adentro. Sin embargo, el aumento del tráfico de contenedores ha generado problemas de congestión en las operaciones portuarias, demandando mayores inversiones para optimizar el rendimiento del sistema logístico nacional.
A nivel ambiental, tanto la comunidad como las autoridades reguladoras y de vigilancia han manifestado preocupación por los altos niveles de contaminación asociados a los procesos portuarios y navieros. Por tanto, resulta pertinente considerar las conductas portuarias en países como Brasil y Chile, donde la aplicación de tecnología ha marcado un avance notable en la gestión de las exportaciones.
Para el caso colombiano, también pueden considerarse las proyecciones del crecimiento de las exportaciones y las áreas de inversión que el país ofrece para este rubro.