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La digitalización en el transporte de carga es una tendencia que se ha visto acelerada por la pandemia. Aunque el sector estaba en proceso de digitalización en 2019, la transformación digital obligó a muchas empresas a apurar esta migración.
Se estima que el transporte es la industria que más aplicaciones de TI y herramientas digitales está invirtiendo para superar la crisis provocada por el coronavirus.
La digitalización es actualmente identificada por los expertos como uno de los principales factores para mejorar la competitividad y la rentabilidad a corto plazo. A través de ella, los clientes ya no quieren una simple cotización del costo o el precio de un servicio, sino que buscan tener la posibilidad del autoservicio. Por ejemplo, poder rastrear en tiempo real sus cargas o monitorear el desarrollo de sus embarques.
Otra expectativa es poder ofrecer al mercado un “one-stop-shop”, es decir, encontrar en una sola plataforma todos los servicios requeridos: transporte marítimo de importación, despacho, almacenamiento, transporte terrestre, venta local, etc. Esto en plazos estándares de respuesta.
Dentro del concepto de digitalización, cobran relevancia las soluciones de automatización de procesos que facilitan la incorporación de mejores prácticas, eficiencia en el uso de recursos e información generada en tiempo real.
En este caso, el objetivo no es eliminar puestos de trabajo en la empresa, sino liberar de tareas administrativas a los colaboradores para que se centren en gestionar excepciones, promover su potencial y aportar valor al cliente.
El auge de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, la robótica, los vehículos autónomos y los drones, está modificando el funcionamiento del transporte.
Aunque estas innovaciones generarán enormes beneficios en términos de costes y eficiencia, se observa un cierto escepticismo y disconformidad respecto a su impacto perjudicial sobre el empleo. La razón es el temor a que los robots les quiten el trabajo a los seres humanos.
El efecto de la transformación de la logística de lo digital quedó revelado en un ensayo: «La digitalización para la logística significa que muchas tareas que hoy en día requieren la intervención de una persona se realizarán de forma automática y autónoma mediante inteligencia artificial. En 2040, el 70 % de todo el trabajo logístico se realizará mediante inteligencia artificial, lo que balanceará todas las actividades humanas y permitirá, por tanto, a los empleados concentrarse en los trabajos donde los seres humanos son superiores, como el servicio al cliente, la colaboración interfuncional o la gestión del cambio y la crisis».
El Internet de las Cosas (IoT) y los vehículos conectados se consideran tecnologías emergentes. Estos se definen como un conjunto de enfoques de infraestructura y de redes similares que habilitarán a diferentes objetos para que puedan intercambiar información a través de un sistema de comunicación digital.
La interconectividad se obtiene con la utilización de una red a partir de la digitalización y el control. Esta última por medio de un comando a distancia, un sistema automatizado para que ciertas instrucciones se realicen automáticamente y una cierta cantidad de instrucciones que rocen en interacciones avanzadas.
El IoT sigue estando en pleno desarrollo sin un claro fin para desarrollar ciertas actividades sin la intervención humana a una velocidad superior.
La automatización de procesos avanza rápidamente, pero es necesario que sea más rápido. En 2020, la tasa global de automatización de tareas de las empresas en general era del 66,8 %. Dicha cifra significa que el 33,2 % de las tareas se encontraban sin automatización, por lo que existen grandes posibilidades de mejora.
También se debe a que muchas tareas del transporte no se han pensado para ser automatizadas. Por ejemplo, en los procesos de gestión del transporte, las operaciones logísticas que realizan las empresas y algunos medios físicos y/o tecnológicos que todavía son dependientes del trabajo humano.
Hablar de logística y transporte masivo implica considerar la reducción de los costos, la importancia y la necesidad de incrementar la gestión de tiempo en los destinos de productos y, por consecuencia, la aceleración de los procesos.
El uso de protegentes, de normativas de prevención y de facilitadores son aspectos que definen la utilización de modelos de trabajo en la gestión del transporte y de logística. Esa implementación moderna y pionera se centrará en el uso de maquinarias y/o métodos tecnológicos autónomos y/o automáticos para obtener una respuesta veloz ante las adversidades que se presenten.
Las empresas deberán considerar una política en la gestión del transporte y de los flujos de sus materiales que contemple algoritmos.
Los riesgos de no estar preparados para tales automatizaciones conllevan seguir utilizando lo tradicional y cotidiano, lo que afecta los índices de ventas y competitividad. Con frecuencia se van incorporando nuevas herramientas automatizadas dispuestas al servicio del cliente.
Hay que mencionar que es necesario estandarizar actividades, procedimientos y tareas. Para ello es indispensable tener la figura de un transformador de procesos; es decir, una persona que dicte cuál es la actividad estándar en gestión del transporte y de logística luego de cada automatización.
Los desafíos a los que se enfrentan las empresas de transporte son inmensos y diversos. Sin embargo, los efectos económicos de la pandemia han complicado la escasez de mano de obra y el incremento de los costos operativos, presionando aún más sobre la infraestructura del sector de transporte y aumentando la dificultad de cumplir con los plazos de entrega.
La implementación de tecnología emergente y la adopción de una cultura de seguridad proactiva son los principales mecanismos de mitigación que tienen las empresas para hacer frente a estos desafíos.
La logística last mile es una de las partes más desafiantes del transporte de mercancías y desempeña un papel clave en la retención de clientes y la gestión de marcas.
El aumento de la demanda de envíos rápidos y eficaces está generando problemas a los minoristas que cumplen efectivamente con sus entregas en la fecha y hora apropiadas. Las empresas que no logran cumplir con estos objetivos se arriesgan a perder clientes, además de que el cambio de comportamiento de los consumidores está llevando a los negocios a realizar múltiples envíos a distintos puntos.
El sector del transporte de carga está evolucionando a pasos agigantados gracias a la creciente digitalización y a la necesidad de ser más sostenibles. Lo que hace unos años parecía lejano, ahora forma parte de los planes de acción de los principales actores y proveedores del sector.
Todas las partes interesadas tendrán acceso a la información relevante de forma transparente y oportuna. La iniciativa de visibilidad en tiempo real, que conecta todas las partes interesadas de manera eficiente, se volverá cada vez más importante.
Más y más procesos de la cadena de suministro se digitalizarán y los conceptos de nube desempeñarán un papel crucial en el aspecto de la calidad del suministro.